Sobre mi

Pasé mi infancia en las costas gallegas entre el murmullo de la lluvia y el rugido de las olas. Los más viejos del lugar dicen que para pasar un invierno en un pequeño pueblo de Galicia hay que nacer en él y quizás eso sea lo que nos hace melancólicos y afectivos con el mundo que nos rodea. 

El destino quiso traerme a la otra punta del país,  donde vivo con mi familia y a lo largo de los años he aprendido a apreciar otra manera de vivir la vida, del mediterráneo, de la luz. 

Me gusta escribir, por algo tan simple como que me gusta contar historias, como los viejos feriantes que iban de pueblo en pueblo contando sus aventuras y sus cuentos por un trozo de pan y una taza de vino.